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Sonrisas que florecen en la oscuridad


Las sonrisas que florecen en la oscuridad pueden durar toda una vida. Esos pequeños y preciosos gestos que aparecen cuando menos te lo esperas, en el momento en que todo es triste, sombrío y tenebroso, quedarán en tu memoria grabados a fuego como muestras de cariño y optimismo que siempre irán contigo allá donde fueres.

No tengas dudas de que la oscuridad no es eterna. Por muy manido que parezca el dicho, no hay mal que cien años dure. Todo depende de nosotros, de nuestro esfuerzo, de nuestra necesidad de ser felices, de nuestra capacidad para esbozar una pequeña sonrisa cuando todo parece estar errado.

“Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra”
-Anónimo-

Sonrisas que alumbran al mundo
Una sonrisa puede ser de muchos tipos, pero siempre tendrá unas posibilidades enormes. Y es que el buen humor, la simpatía, la amabilidad y todo cuanto se asocia a una cara agradable es un gesto que todos, en mayor o menor medida, agradecemos.



Existen casos en que una sonrisa ha sido capaz de abrir las puertas más pesadas y opacas del mundo. Con un simple gesto amable, mucha gente parece plegarse y dejarse irradiar por el buen humor y la educación atractiva que acompaña a algo tan sencillo.

¿No te has encontrado nunca frente a una persona hastiada, harta de su trabajo o su situación, siempre en guardia para el enfrentamiento y los pocos amigos, presa de la amargura y la batalla diaria? Pues prueba a responderle con una simple sonrisa. Contraataca con educación, simpatía, amabilidad y buenas formas, sin perder jamás la buena cara, verás como te sorprenden los resultados.

Y es que no cabe duda de que las sonrisas son capaces de alumbrar al mundo. Por muy nublado que esté el cielo, plagado de nubes que parecen querer caer sobre nuestras cabezas, unas simples risas pueden animar al sol a aparecer e iluminar el devenir de nuestros días.

Sonrisas que iluminan la noche
Para todas esas personas que creen vivir en la amargura de la noche eterna, sin ser capaces de ver la luz en ningún momento del día, hay una receta muy aconsejable que rara vez falla. Usa las sonrisas para abrirte camino entre la oscuridad, verás como poco a poco, tu senda se aclara, y todo estará más cristalino y luminoso en tu existencia.

Si por el contrario conoces a personas que sufren una constante tristeza, incapaces de salir del círculo vicioso que les retiene en un mundo anodino y salpicado de desgracia y pena, jamás dejes de mostrarles tu sonrisa, porque eso es pura vida para los seres cabizbajos.

Si no te sientes capaz de salir del atolladero en que te has metido, y sientes que el túnel de tu vida es excesivamente largo, sin capacidad para vislumbrar el final con su luz cristalina y clara en el otro extremo, acércate a esas personas luminosas que marchan por el mundo siempre sonriendo, con el buen humor, la solidaridad y la bondad por bandera. Un simple gesto alegrará cada uno de tus momentos más amargos.

“Sonríe aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.”
-Anónimo-

Aprendamos a sonreír para iluminar al mundo
Un buen ejercicio que todos deberíamos practicar a diario es la sonrisa. Aprendamos a esbozarla en todo momento para hacer un mundo más luminoso, feliz y agradable. Mostremos al resto de habitantes de este planeta nuestro buen humor y simpatía.

Si un día amanece nublado, recíbele con una sonrisa. Si una persona está amargada, dedícale la mejor de tus sonrisas. Si alguien está triste, regálale una bella sonrisa dibujada en tu rostro. Si crees que todo es negativo, pinta una sonrisa sobre tu barbilla.

Pequeños gestos como las sonrisas, los actos de generosidad, los momentos divertidos, plagados de simpatía y buen humor, producen situaciones tan simples y pequeñas, que rara vez somos capaces de olvidar, y, además, nos alegran el día.

No podemos iluminar el mundo de golpe, pero sí somos capaces de alegrarlo con nuestras sonrisas y nuestra predisposición positiva. Entre todos, tenemos la potestad de hacer de esta vida un espacio agradable para vivir. ¿Por qué no intentarlo?

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